Los Pastores y Ancianos
PASTOR Jimmy Martín
Nacido en Talanga, Honduras de la cual salió hacia España en el año 2002. Sus inicios en la iglesia Elim Girona fue en el año 2003 cuando comenzó a congregarse de manera habitual. Junto a su esposa Carely Castro comenzaron como colíderes de jóvenes durante 8 años. Fruto de su matrimonio les nacieron 2 hijas. Luego paso a ser líder del mismo ministerio juvenil durante 2 años. En el año 2014 acabo sus estudios pastorales en Global University, en ese mismo año fue ordenado como co-Pastor de la iglesia Elim de Girona, el cual ejerció su ministerio durante 1 año y en 2015 fue nombrado Pastor General de la Iglesia Evangélica Elim Pentecostal de Girona y desde entonces ejerce su ministerio pastoral en la congregación.
CO-PASTOR Sammy Thomas
Nacido en Doncaster, Reino Unido del cual salió hacia España en 1990, con un grupo de jóvenes misioneros llamados ACE TEAMS, después de estar 7 meses en el país volvió a su ciudad de origen y un mes más tarde volvió a España, pero esta vez sin su equipo. El 08 de diciembre de 1990 se casó con su actual esposa María José Mendoza Bejarano, fruto de su unión nacieron 2 hijos y un nieto. Desde entonces comenzó su ministerio de evangelista en la Iglesia Elim Girona, pero de acuerdo con las necesidades de la iglesia también ha servido en diferentes ministerios como ser: líder de alabanza, equipo de jóvenes, grupos de crecimiento en hogares, ministrando la palabra de Dios en la congregación. En 2017 acabo sus estudios pastorales en Global University y fue ordenado como pastor y nombrado como co- Pastor de la iglesia Evangélica Elim Pentecostal de Girona en ese mismo año. Actualmente su fuerte llamado en el ministerio es de misionero, viajando cada año desde el 2016 a la India para ayudar y predicar el evangelio, fundando iglesias, institutos bíblicos y taller de costura para alcanzar a las personas para Cristo.
ANCIANO Juan M. Riveira
Hijo de padres Creyentes, se congregó en las Asambleas de Hermanos (hermanos libres), en la ciudad de Santa Fe, casado en el año 1989, con tres hijos, trabajando en la obra desde mi adolescencia, en el ministerio de escuela dominical para niños, ministerio de jóvenes, en alabanza, adoración y con matrimonios jóvenes, junto a Silvia mi amiga y luego mi esposa.
En el año 2002 nos radicamos en España en un pueblo de la provincia de Gerona, me congrego junto a mi familia en busca de un lugar donde el Señor quería que estemos y después de un tiempo de oración, llegamos en el año 2011/12 aproximadamente a conocer el ministerio de la Iglesia Elim Pentecostal en Gerona, y sentimos el consentimiento de Dios, para servirle en este lugar desde entonces, y rápidamente, tomamos ese deseo de Dios como nuestro, y El nos fue capacitando y moldeando en algunos aspectos, ya que por muchos años, nos congregamos en iglesias con otros puntos de vistas doctrinales, pero Dios nos mostró su propósito en nuestras vidas, y en base a su palabra confirmó en nuestros corazones su voluntad. Como familia nos pusimos en sus manos y el fue poniendo nuestros talentos y dones a su servicio, con mi esposa y el mayor de mis hijos, comenzamos a servir en el ministerio de alabanza y la propuesta de ser parte del consejo de la iglesia llegó a los pocos años, para mi, fue algo que Dios a preparado durante mi vida, en todo tiempo, fue moldeando mi corazón, y el de mi esposa. El día que los pastores me comunicaron la intención de integrarme al cuerpo de ancianos de la iglesia, fue como si sobre mis hombros se depositara un tremendo peso, así unos días después pude saber que, no era cosa de hombres, mas bien este deseo venía del Señor, y con tiempos de oración y meditación, el Espíritu Santo es quien confirma su voluntad y acepto con “temor y temblor” esta responsabilidad frente a Dios y a la Iglesia, de poner a su disposición, mi vida, mi hogar y mis recursos en humilde obediencia, a quien se merece todo. Es un tiempo donde somos moldeados para ser esos vasos de honra, y como decía el apóstol Pablo, junto a mi esposa estamos corriendo hacia la meta, obedeciendo al llamado, sin creer que hayamos alcanzado nada, nos esforzamos por llegar y así tomar todo premio, para ofrecerle ese día, al que se merece todo lo que podamos lograr, para su gloria y honra. Se que este llamado, tiene el sello de mi Rey, y también se que en el reino, llegar a este lugar de honor, no me lleva a las alturas, mas bien me hace decender, en humildad, para ver a mi prójimo con los ojos de Cristo y amarle con ese amor.